Deseo que en dosmilonce encontremos gustito y amor por todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo, incluyendo aquéllas que ahorita nos provocan caras frente al espejo y que hacen que nos entrapujemos para esconderlas. Deseo que en dosmilonce encontremos humor en todo, hasta en lo que parezca inapropiado encontrarlo...sí: pela la verga cuán serio sea. Deseo que en dosmilonce siempre tengamos fe; sobre todo en esos momentos en que tenerla parezca estúpido o ingenuo. Deseo que en dosmilonce sintamos inagotable libertad para expresarnos de cualquier forma que nos dé la gana, desde cómo nos vestimos hasta cómo hablamos; cómo cortamos la lechuga o de qué colores nos rodeamos y cómo apretamos los dientes (o los deditos de los pies) durante el sexo...¡que seamos nosotros mismos sin pena! Deseo que en dosmilonce avancemos - siempre avancemos - pero sepamos distinguir tanto el ritmo adecuado para cada uno como la dirección que nos toca, porque cada quien tiene su propio camino y “el adelante” no siempre nos queda enfrente; además, que no nos dé miedo sentarnos un ratito a descansar o a llorar, porque hacerlo también es parte de la jornada. Nos deseo en dosmilonce conciencia constante de nuestra conexión a ese algo más grande, sin importar qué tan desconectados nos sintamos unos de otros. Deseo que en dosmilonce aprendamos a decir "te amo" y "te quiero" sólo porque es la verdad, sin que nos importe ni un poquito la respuesta que pueda o no venir. Deseo que en dosmilonce vengan muchos momentos de feliz soledad, otros de deliciosa compañía y algunos también de divertida comunidad, siempre en la dosis en que cada cual se sienta correcta y segura. Deseo que en dosmilonce sepamos distinguir quiénes y cuáles son nuestras fuentes de apoyo y que seamos lo suficientemente humildes para saber cuándo necesitamos avocarnos a ellas y, sobre todo, que tengamos los huevos para decir “vos, ayudame, por fa”. Deseo que en dosmilonce nos abunde la inteligencia para saber cuándo nos toca ser el aprendiz y cuándo nos toca ser el maestro y cuándo somos todos sólo compañeros, y que sepamos asumir ese rol, en ese rato específico, con toda la enjundia que se requiera. Deseo que en dosmilonce encontremos fuerza y seguridad para marcar nuestros límites – ante todos, incluyendo familia y amigos – con la suficiente claridad y amor (decir “comé mierda” sí se vale) y que, al manifestarnos de la forma que sea, seamos escuchados y obtengamos respuestas significativas y que también estemos abiertos a escuchar a los demás y respetar sus límites. Nos deseo en dosmilonce gratitud por todo lo que tenemos y huevos, muchos huevos para apretarnos las botas y aventurarnos por fin a explorar ese territorio desconocido que hace mucho queremos conocer, porque en lo nuevo es donde es más factible encontrar nuestra libertad y crecimiento.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
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ResponderEliminarGracias por los deseos Pensa, me gustan todos :)
ResponderEliminaryo deseo para vos un nuevo año lleno de alegrias, tristezas tabien, y todo tipo de emociones humanas, un fuerte abrazo.