Transcribo mi primera columna, publicada en el número más reciente de la revista ATI. Mi serie de columnas se titula [lástima que tan gordito].
nosotros, sí. ellos, no.
Pelo corto, peinado impecable; enormes gafas de sol con cristales incrustados en las patas. Se sube al carro de su amiga, que lleva rato esperándola.
“¡Chula, disculpá! Estaba dando instrucciones para que me empaquen las cosas frágiles. ¡Vamos retarde al cuchu!”.
“No te preocupés. ¿Y cómo vas con la mudanza?”, dijo la conductora al arrancar.
“¡Ay, pues es un dolor, chula! Lo que peor me cae es tenernos qué mudar ¿verá?”.
“Pero ya nunca me dijiste por qué”.
“Pues, ya sabés que cuando nos casamos yo quería vivir allá arriba; pero el Juanjo, necio en usar este terreno de su papá”.
“¡Pero es regrande y la casa les quedó divina, vos! Aunque estén lejos”.
“¡Gracias, chula! Pero ahora resulta que por vivir de este lado shumo, nos están poniendo una fábrica en la cuadra de atrás. No sé de qué es, pero todo el día hay bulla, olores, polvo, ¡de todo, vos! Ya hasta la lavadora siento que saca agua sucia”.
“¡Qué horror!”.
“Primero creímos que no nos iba a afectar, aparte de lo feo. Pero ya llevamos así casi tres meses y es insoportable, chula. ¡Ya ni hacer yoga puedo tranquila!”.
“¿Y no alegaron?”.
“Pues sí, junto con todos los vecinos…pero ya sabés el caso que nos hicieron. Total, ya conseguimos quién compre esta casa antes que se devalúe más y nos vamos a vivir por donde me gusta. ¡Por la gran puta! ¿Qué es este tráfico?”.
“¡No se puede pasar! No podemos ni dar la vuelta ni hacernos para atrás ¿Qué habrá pasado?”.
“Perame, me está llamando la Melanie. ¿Aló? ¡Sí, yo sé, chula! Cabal estamos atrapadas en el tráfico. ¿Sabés por qué es? ¿Qué, qué? ¡No puede ser que por eso no lleguemos al cuchu! No, de plano ya no. Te llamo al rato. Bye”.
“¿Qué pasó?”
“Es por una manifestación de mara de sanjuanalgo: no quieren que les pongan una cementera en el pueblo. ¡Indios huevones! ¡Protestando en vez de agradecer que les van a dar trabajo!”.
“Les pela el progreso, vos. ¡Sólo para pedir y chingar son buenos! De allí que por qué están desnutridos…ni modo. Mirá, chula ¿y vas a comprar muebles nuevos para la casa?
“Pues me estoy convenciendo al Juanjo, vos, pero ya sabés cómo es…”
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